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non se mienbran de su salud E qui faze ansannar el Rey contra si: oblida sele el mandado del nuestro sennor que dize non querades tanner los mios Cristos. E dauid el propheta dize destos atales que non temen de iurar nin de periurar. nin de ma tar su Rey. E si la tregua se deue guardar entre los ene migos: mucho mas deue seer guardada entre los principes elos pueblos. Ca sacrilegio es de crebantar la fe que omne promete a su Rey. ca estos atales non yerran sola mientre contra el principe: mas contra dios en cuyo nombre fizieron la promissio. Onde uimos ya muchos regnos que dios destruye e toruada ment por la maldad de los omnes. e fazia que el uno estruyesse al otro. Onde nos que somos redemidos por la sangre de Cristo. mas nos deuemos aguardar nos deste caso que dios non enbie otra tal plaga sobre nos. Ca si dios non parcio a los angeles que erraron contra el: e perdieron el regno celestial por que non quisieron seer obedientes. Onde dize por ysaia el propheta. la mi espada es en bebdada de sangre en el cielo. quanto mas nos de uemos atemer nuestra mu erte que non perescamos. por desleetad dond aquella misma espada. Onde si nos queremos guardar de la ira del nuestro sennor e pedir le misericordia e piedad: nos deuemos ondrar le e auer temor del. eguardar los comendamientos. Onde deuemos guardar contra los principes: la fe. y el prometimiento que les auemos fecho en el nombre de sancta trinidad. la qual nos tiro de po-

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